Porqué visitar Ibiza en invierno
Quienes residimos en Ibiza tenemos el privilegio de saborear dos caras de la misma moneda los 365 días al año. Porque Ibiza es naturaleza, cultura, gastronomía, tradición… Ibiza es mucho, mucho más que playa y fiesta. Te proponemos 19 maneras de sacar el máximo partido a los días más frescos de la Isla Blanca.
- Recorrer todos los rincones de Dalt Vila: las mañanas y las tardes otoñales -o invernales- son perfectas para pasear por Dalt Vila o visitar la catedral de la Virgen de las Nieves. Durante el verano hace demasiado calor, y las calles están abarrotadas de turistas.
- Atardeceres mágicos: Las famosas puestas de sol ibicencas son aún más bellas en invierno, ya que durante el verano es común que el sol se cubra por la bruma en sus últimas horas. Simplemente adelanta tu cita para despedir al astro rey. El espectáculo está servido.
- Ocio nocturno: la mayoría de las grandes discotecas de la isla cierran durante la temporada de invierno. Pacha es la única que permanece abierta todos los fines de semana y festivos, pero en la isla también se montan otras fiestas durante el invierno. El Underground las organiza frecuentemente; El Veto presenta la oferta de ocio más alternativa; Algunos restaurantes de moda, como el Sushipoint, organizan fiestas a las que acude gente de toda la isla. Otros pubs más pequeños reúnen el ambiente más variado, como La Kokotxa (mítico local con copas a buen precio en el que suena de todo un poco), el Teatro Pereyra (con interesantes propuestas de música en vivo) o el 9 Nine, donde podrás disfrutar de cócteles bien preparados.
- Rutas de senderismo: los amantes de este deporte harán del final de la temporada de verano su momento favorito del año. Las temperaturas frescas propician las salidas por toda la isla. Si te apetece descubrir nuevos rincones de Ibiza, al mismo tiempo que conoces gente y practicas deporte, visita la página de Facebook de Walking Ibiza, un grupo que se reúne para realizar rutas a pie, que no para de ganar seguidores.
- Comidas que se alargan hasta que cae el sol: en la gastronomía ibicenca destacan platos tan abundantes como el Bullit de Peix o el Arroz de Matanzas, perfectos para esas reuniones familiares o de amigos que se prolongan hasta la tarde. Son muchos los restaurantes de comida tradicional ibicenca que abren durante el invierno, aunque también encontrarás diferentes opciones para comer frente al mar.
- De compras en los mercadillos callejeros: Las Dalias (San Carlos), San Jordi, Cala Llenya… los mercadillos callejeros son uno de los pasatiempos favoritos de quienes residen en Ibiza, y no sólo por los artículos que se pueden encontrar en ellos, sino también por el acontecimiento social que implican.
- Domingos ecológicos en Casita Verde: pasar una jornada diferente en el campo, aprendiendo valores ecológicos, disfrutar de una comida 100% vegetariana… todo ello de la mano de la asociación sin ánimo de lucro Ibiza Ecologic. Casita Verde se puede visitar todos los domingos entre las 14:00 y las 19:00 horas.
- Intercambios de idiomas: El mayor grupo de intercambios de idiomas de la isla, ABLA IBIZA, organiza varias reuniones en bares o al aire libre desde octubre hasta junio. ¡Apúntate a la próxima!
- Rutas en bici: la temporada baja coincide con la época ideal para practicar cicloturismo. En Ibiza existen diversas rutas que ofrecen paisajes de excepcional belleza -tanto atravesando el interior de la isla como la costa.
- Descubrir la historia de Ibiza a través de sus museos: el arte, el presente y el pasado…los museos de Ibiza encierran un sinfín de historias que merecen ser reveladas. Aprovecha los días más fríos del año para hacer turismo cultural. El Museo de Arte Contemporáneo (MACE), el Museo Arqueológico de Ibiza y Formentera, el Museo Puget… Ibiza alberga muchos más museos y centros de arte de los que aparenta.
- Pueblos blancos: Santa Gertrudis, San Carlos, Es Cubells, San Josep… Los pequeños pueblos ibicencos rebosan encanto en sus plazas y calles. Tomar algo en sus bares, pasear o sentarnos en sus plazas es todo un placer finalizada la temporada estival, cuando el ambiente es más auténtico.
- De pintxos por el centro de Ibiza: los bares que llenan sus barras de tentadores pinchos están cada vez más de moda en el centro de Ibiza. Visitar uno tras otro hasta completar la ruta de pinchos puede convertirse en un ritual semanal para el invierno.
- Playas solitarias: si las playas y calas de Ibiza te parecen espectaculares en verano, en invierno creerás estar en el mejor de los paraísos. Aguas completamente cristalinas, arena limpia y calma absoluta: es el mejor momento para disfrutar de lugares como la playa de Salinas, Aguas Blancas, Cala Conta o Cala Saladeta, (entre muchas otras) que durante el verano están abarrotadas de turistas.
- La ruta de los almendros en flor en el Valle de Corona: entre los meses de enero y marzo se produce este impresionante espectáculo visual en diferentes lugares de la isla, aunque cabe destacar la zona del Valle de Corona, donde los almendros cubren con un manto blanco los amplios campos en los alrededores del municipio de Santa Agnes de Corona.
- Deportes acuáticos: en algunas playas se organizan excursiones en kayak o rutas de Paddle Surf durante todo el año. No olvides hacerte con un buen traje de neopreno para practicar deportes acuáticos durante los meses de invierno.
- Visitar los yacimientos fenicios, entre los que destacan la necrópolis púnica de Puig de Molins o el yacimiento fenicio de Sa Caleta, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
- Noches de humor: durante los meses de temporada baja algunos bares y pubs realizan noches de monólogos. El café teatro Pereyra y el pub La Kokotxa suelen organizarlos los jueves.
- Aprender a patinar: o si ya eres todo un experto en este deporte, aprovecha la oportunidad de encontrar zonas de la ciudad completamente despejadas para practicar. La Asociación Ibiza Patina realiza quedadas para reunir aficionados al patinaje y pasar un buen rato, además de enseñar a quienes se inician en este deporte.
- Las mejores fotografías de la isla: si te apasiona la fotografía es tu momento: durante el otoño, el invierno, y sobre todo, la primavera, Ibiza brinda sus mejores imágenes: colores vivos, paisajes solitarios, nieblas de película, y esa luz que tanto la caracteriza.