Ibiza al descubierto: Cala Salada y Cala Saladeta
Ibiza tiene mucho más que ofrecer que sus playas paradisiacas y fiestas multitudinarias. En Hostal La Torre queremos compartir contigo la verdadera esencia de Ibiza, aquella que te atrapa y te hace sentir especial desde el momento en que la pisas. Hemos preparado una serie de artículos con los que disfrutarás de una experiencia integral en este pequeño rincón del Mediterráneo. Este es el primer artículo de toda una serie donde salimos a descubrir la naturaleza y belleza de la isla, que está aquí tanto en invierno como en verano.
A tan sólo 5 kilómetros de La Torre podemos encontrar una de las calas mejor valoradas por locales y turistas, Cala Salada. Con aguas transparentes y turquesas, rodeada de naturaleza y curiosas casetas de pescadores, ofrece una vista privilegiada que enamora a todo el que vaya buscando paz y naturaleza. Esta cala también tiene la peculiaridad de ser dos calas en una, Cala Salada más familiar y con más servicios y Cala Saladeta, calita más pequeña, rodeada de acantilados y con aguas cristalinas.
Bajando la sinuosa escalera que deja ver unas vistas espectaculares del paisaje llegamos a esta playa, rodeada a mano izquierda de una frondosa colina con curiosas casetas de pescadores y a mano derecha por unas rocas acantiladas de las cuales parte un sendero que comunica directamente con Cala Saladeta. Para acceder a ésta última podemos o bien ir trepando por las rocas o bien recorrer dicho sendero, cuyo trayecto ofrece una espléndidar panorámica del Mar Mediterráneo. Si decidimos ir por las rocas, podremos observar como muchas de ellas sirven de trampolín a los más jóvenes que desde ellas se atreven a lanzarse al agua. Además hay varias casetas varadero, todas de piedra que ofrecen también una buena localización a los que vayan buscando más intimidad.
Se trata sin duda de un enclave mágico del que podemos disfrutar tanto en verano bañándonos en sus cristalinas aguas, como en invierno admirando los increíbles paisajes.